Cada 8 de marzo se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer. A pesar de la costumbre de regalar flores y bombones, esta fecha tiene una historia de lucha y compromiso por los derechos de las mujeres y su empoderamiento en la búsqueda de la igualdad. ¿Desde cuándo y por qué se conmemora?
Un poco de historia
El 8 de marzo de 1908, 129 obreras de la fábrica Cotton, en la ciudad de Nueva York, murieron encerradas en el edificio que se incendió mientras las mujeres realizaban una huelga por conseguir derechos elementales básicos. Al año siguiente, en la misma ciudad, se conmemoró el “Día Nacional de la Mujer” el 28 de febrero.
En 1910, la dirigente socialista alemana Clara Zetkin propuso que se conmemore de manera internacional un Día de la Mujer, lo cual fue aprobado por más de 100 dirigentes políticas mujeres de 17 países. En 1911, en Alemania, Austria, Suiza y Dinamarca se celebró el 19 de marzo el primer Día Internacional de la Mujer, reuniendo a más de un millón de personas en las calles entre los cuatro países.
En 1917, frente a la hambruna provocada por la Primera Guerra Mundial, miles de mujeres rusas salieron a las calles a reclamar pan y paz, desencadenando una ola de manifestaciones que llevaron a la caída de los zares y concluyeron con la instalación de un nuevo gobierno que les aseguró el derecho al voto, principal reclamo de la época. La manifestación de las mujeres tuvo lugar el último domingo de febrero de acuerdo al calendario juliano, utilizado por ese entonces en la Rusia imperial, y que corresponde al 8 de marzo del calendario gregoriano, usado en el resto de Europa.
En 1945, la ONU reconoce por primera vez la igualdad de género como un derecho, y en 1975, en el Año Internacional de las Mujeres, establece que el 8 de marzo de cada año se conmemore de manera internacional, recordando la larga lucha de las mujeres por la igualdad de derechos y oportunidades.
El empoderamiento de las mujeres, una tarea en construcción
Pese a que su situación mejoró mucho desde 1908, las mujeres siguen sufriendo las desigualdades de una división injusta. Menos del 25% de los cargos parlamentarios del mundo son ocupados por mujeres, una de cada tres sigue sufriendo violencia de género, solo una mujer ganó el Oscar a Mejor Director en los 92 años que tiene de trayectoria ese premio, y se calcula que la brecha salarial con los varones no desaparecerá hasta el año 2086 si no se revierte activamente la tendencia actual. Las mujeres no pueden esperar tanto, es necesario actuar con rapidez para construir un mundo más justo para todos y todas.
Un desafío internacional
Desde sus orígenes, las luchas de las mujeres y la conmemoración de su día tuvieron una fuerte vocación internacionalista. Millones de mujeres se solidarizaron con la suerte de sus compañeras de otros países y continentes, y propusieron luchas internacionales que cambiaron al mundo por completo.
Para eso, fue y sigue siendo necesario aprender y dominar correctamente otros idiomas además del propio. El manejo de otras lenguas permitió y sigue permitiendo a las mujeres comunicarse entre sí, compartir sus realidades, transmitir sus puntos de vista, y crear juntas las mejores estrategias para superar las desigualdades que sufren. Por eso, aprender nuevos idiomas es una herramienta inmejorable para cambiar la realidad junto con millones de personas del planeta, y contribuir al empoderamiento de las mujeres y la construcción de un mundo más justo para todos y todas.
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